Introducción: Primeros hitos de la aviación
La verdad es que siempre hay mucha controversia cuando a “primeras veces de la aviación” nos referimos. Depende de quién cuente la historia (o de qué país sea), algún matiz hará que alguien concreto fuera el primero en volar, planear, o al menos levantar los pies del suelo.
Abbás Ibn Firnás, oriundo de Ronda (España), ya en el siglo IX desarrolló una especie de paracaídas y un poco más adelante hizo confeccionar unas alas que le hicieron planear al saltar desde una torre (partiéndose las piernas al aterrizar). Sin embargo, este ejemplo y otros muchos intentos de saltar de torres con ciertos artilugios pueden considerarse faltos de rigor científico y técnico para ser llamados inicios de la aviación.
No fue hasta 1783 que los hermanos Montgolfier (Francia) desarrollaron sus globos aerostáticos, y que Pilâtre de Rozier y el marqués de Arlandes inauguraran el vuelo tripulado por personas en ese año, pero algunos consideran que dejarse simplemente elevar con un aeróstato no supone un vuelo controlado real.
Hay gente que se suele referir a George Cayley (Inglaterra) como el principio de la aviación al desarrollar en 1799 el concepto de aeroplano como lo conocemos actualmente (con unos primeros prototipos desarrollados unos años más tarde).
Más adelante, Otto Lilienthal (Alemania) es considerado normalmente el padre del vuelo a vela, desarrollando el vuelo de naves más pesadas que el aire, repetidos y planeados, con su primer planeador datando de 1891.
Finalmente, y creo que el hito más conocido fuera del mundo aeronáutico, aparecen los hermanos Wright (EE.UU.) considerados como los inventores del vuelo propulsado con su vuelo de 1903 (aunque existe controversia con los vuelos realizados en Francia por Alberto Santos Dumont en 1906 que no usaba railes y catapultas como los empleados por los hermanos Wright).
La historia de Diego Marín Aguilera, posiblemente el primer vuelo en aeroplano de la historia
Sin embargo, en esta larga lista suele faltar un gran hito, acaecido aparentemente en 1793 (antes que el diseño de Cayley) en un pequeño pueblo de la provincia de Burgos (España).
Me refiero a la historia de Diego Marín Aguilera. Si bien hay registros históricos y testimonios que constatan la historia, la verdad es que la información de la que disponemos hoy en día es bastante limitada. Es por esto, que no he podido hacer un estudio muy detallado de la historia, y me he limitado a leer cuanto artículo y material he podido encontrar en la red sobre el tema.
Orígenes
Diego Marín Aguilera, nacido en Coruña del Conde (Burgos) en 1757 era hijo de Narciso y Catalina. A la muerte de Narciso, cuando Diego tenía 14 años de edad, tuvo que hacerse cargo de sus 7 hermanos.
Aparentemente, su familia era de origen humilde (aunque no pobre), y se dedicaba al campo.
Diego se dedicó durante la infancia al pastoreo, donde aparentemente empezó a sentir fascinación por las aves.
Inventiva
Por los registros que quedan, parece que, desde muy temprano, Diego comenzó a mostrar muy buenas aptitudes (aun siendo analfabeto, aparentemente), desarrollando varios inventos que mejorarían la vida de la gente de la región, incluyendo:
- Un mecanismo que mejoraba la producción del molino del pueblo (se dice que a la edad de 11 años).
- Un batán.
- Una sierra para mármol instalada en las canteras de Espejón.
- Un mecanismo para fustigar al ganado durante la trilla.
Investigación aeronáutica
Tras observar el planeo de las aves durante mucho tiempo, se dedicó a capturarlas para medir sus alas y comprobar la relación de peso entre las plumas y el resto del cuerpo.
Con base en estas investigaciones diseñó un “recurso volátil” compuesto de una viga de madera y unas alas compuestas de ligeras costillas de hierro donde situar plumas de las aves capturadas. Los registros que quedan hablan de que contaba con dos alas de 2 o 2.50 varas cada una (dependiendo de la fuente, de 3.34 a 4.18 metros de envergadura total) y una cola. Tanto las alas como la cola estaban recubiertas de telas y plumas de las aves que Diego capturaba. Las alas y la cola se podían mover a voluntad del piloto por medio de unas manivelas.
Tras años de investigación y trabajo (algunas referencias hablan de 6 años), el herrero del pueblo, su amigo Joaquín Barbero y una hermana de éste le ayudaron a construir el artefacto.
El primer vuelo de la historia
La noche del 15 de mayo de 1793 (aunque alguna referencia habla del 11 de mayo de 1798), Diego Marín junto con Joaquín Barbero y su hermana, subieron al cerro del castillo de Coruña del Conde donde se despidieron de Diego que dijo “alegre y sereno”:
“Voy a Burgo de Osma y desde allí a Soria, y no volveré hasta pasados ocho días. Adiós.”
Aparentemente, el artilugio se elevó 5 o 6 varas (entre unos 4 y 5 metros) y continuó el vuelo. Lamentablemente, el vuelo se truncó cayendo al suelo a 431 varas de distancia (360 metros). Por lo que cuentan los registros, se rompió un pernio de la articulación del ala derecha por lo que de haber resistido el vuelo podría haber sido más largo.
Destrucción de la aeronave y muerte de Diego Marín
Si bien Diego Marín tenía la intención de mejorar la aeronave para seguir intentándolo, la aeronave fue destruida. Aquí las fuentes difieren mucho y se habla tanto de los familiares que querían protegerlo de que se matara si seguía intentándolo como de que los vecinos achacaban el volar a cosas de brujas. También algunas referencias achacan las culpas al cura del pueblo que instigó la quema, aunque las referencias más antiguas que he encontrado no mencionan al párroco.
Aparentemente, y debido a que se le impidiera seguir volando, Diego cayó en una profunda depresión que acabó con su temprana muerte poco después de los 40 años, en el año 1799 o 1800, según la fuente.
Reconocimientos a Diego Marín Aguilera
Si bien esta historia es relativamente desconocida, desde 1973 se empezaron a realizar acciones para rememorar el hecho:
En 1973, la Cofradía de Nuestra Señora de Loreto de Aranda de Duero, el Ministerio del Aire y el Ayuntamiento de Coruña del Conde izaron un monumento a Diego Marín en el pueblo, con una escultura representando el artilugio.

Monumento a Diego Marín en Coruña del Conde. Fuente: Wikipedia ([Inicia sesión para ver el enlace])
En 1994 el Ejercito del Aire instaló en Coruña del Conde, cerca del castillo desde donde despegó Diego Marín, un Lockheed T-33 con una placa que leía “El Ejercito del Aire al primer hombre que voló”. Sin embargo, este avión se retiró en 2013 para repararlo y por lo que sé nunca volvió.

Castillo de Coruña del Conde y Lockheed T-33 conmemoración a Diego Marín. Fuente: Wikipedia ([Inicia sesión para ver el enlace])
En 1995 se emitió un capítulo doble de Al filo de lo imposible donde se relata la historia y se trata de replicar la aeronave que empleó Diego Marín (aunque no dejó dibujos). Lamentablemente no he sido capaz de encontrar estos capítulos. Aparentemente están en la Biblioteca Nacional, por si alguien quiere pasar a recogerlos en VHS ([Inicia sesión para ver el enlace]).
En 1996, Fidel Cordero dirigió la película “La fabulosa historia de Diego Marín” en la que se narra la vida de este personaje ([Inicia sesión para ver el enlace]). Obviamente la película tiene ciertas licencias artísticas sobre las que no he encontrado referencia en mi investigación, pero es entretenida. Lamentablemente, esta película no es fácil de encontrar a no ser que se acuda a fuentes de dudosa legalidad (eMule). Hay un pequeño extracto en YouTube ([Inicia sesión para ver el enlace])
En 2009 se instaló una placa en el aeropuerto de Burgos en homenaje a Diego Marín.
En 2020 Sergio Izquierdo y Álex Rozados publicaron un comic llamado “Memorias del hombre pájaro” ([Inicia sesión para ver el enlace]). Este maravilloso cómic explica muy bien la historia de manera breve pero sin dejarse ningún punto principal. Creo que es perfecto para transmitir la historia a los niños (y no tan niños). Está disponible en unas tiendas de Burgos ([Inicia sesión para ver el enlace]) y en la librería Contrabandos de Madrid.

Portada del cómic Memorias del hombre pájaro. Fuente: Web del comic ([Inicia sesión para ver el enlace])
Fuentes de información
Como comentaba al principio, existen limitadas fuentes de esta historia.
La primera que se conoce es la aparición en el Diario de Burgos en 2018. Esta reseña está disponible en las Efemérides Burgalesas publicadas el año siguiente (2019). Si queréis leer la (corta) reseña he subido un extracto de ese documento a la biblioteca ([Inicia sesión para ver el enlace]).
Algo después, en 1932, Eduardo Ontañón viajó a Coruña del Conde y se entrevistó con la gente del lugar. Teóricamente vio un documento que recogía las declaraciones de Joaquín Barbero, amigo de Diego Marín y aparentemente yerno del mismo. Ontañón publicó su artículo en el número 230 de la revista gráfica madrileña Estampa, el 4 de junio de 1932. Tenéis también este número de la revista Estampa en la biblioteca ([Inicia sesión para ver el enlace]).
Posteriormente, hay varios artículos más o menos interesantes (incluyendo algunos de periódicos locales o regionales) que relatan la historia, aunque variando ciertos datos en muchas ocasiones.
Dentro de estos artículos, me gustaría destacar el publicado en 2014 por Francisco Escartí que analiza la posible veracidad de los hechos así como las diferentes fuentes existentes. Si alguien quiere leer más sobre el tema, le invito a leer su artículo aquí: [Inicia sesión para ver el enlace].
Igualmente es interesante la reseña en la Real Academia de la Historia ([Inicia sesión para ver el enlace]).